Lectura que resultará una delicia para
todas las edades. Comprobaréis que es recomendable ir revisitando
sus páginas a lo largo de los años.
'Pinta, recorta y pega con Teo' se antoja un juego complejo y
poliédrico para el lector, quien comprobará que, a pesar de la simpleza
de sus tres acciones -pinta, recorta y pega -, entraña una realidad más
profunda, un paso más en las reflexiones vitales y metafisicas del ser
humano postmoderno que para sí ya lo quisiera Terrence Malick en 'El árbol de la vida'.
Paradójicamente a su frescura y terrible modernidad, tiene una
estructura clásica que funciona con la precisión de un reloj: pinta,
recorta y pega (casi podríamos denominarlo el verdadero sentido de la
vida).
Y no podemos dejar de remarcar el papel del popular personaje Teo, donde
en esta historia se enfrenta cara a cara con sus demonios internos
hasta un final nada acomodaticio. La insuficiente paleta de colores de
su estuche de lápices Alpino y la pesadez de las tijeras se erigen como
magistrales metáforas del desasosiego del Hombre actual.
'Pinta, recorta y pega con Teo' no dejará a nadie indiferente y cada
lector podrá sacar sus propias enseñanzas y conclusiones tras bucear en
su interior.
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